Australia

Viajando a Australia

Travel CategoryUN POCO DE SU HISTORIA...

Australia es una nación joven, lo que hace fácil resumir su historia. Todo empezó con unos barcos que llegaron desde Europa…

Réplica en Freemantle del primer barco europeo -dicen- en llegar a Australia: el barco holandés Duyfken

Las exploraciones europeas: el capitán James Cook Aunque ya había habido antes otras incursiones europeas, la exploración más completa de Australia la realizó en el siglo XVIII el capitán inglés James Cook, que tomó posesión del sudeste de la isla en nombre del rey de Inglaterra. Como es bien conocido, la nueva colonia se utilizó inicialmente como penal. El primer asentamiento de presos comenzó el 26 de enero de 1788 en Sidney, por eso en esa fecha se conmemora el Día de Australia. A la de Sidney le siguieron otras colonias penitenciarias en distintos emplazamientos (que luego darían lugar también a ciudades y estados autónomos) y la llegada, asimismo, de colonos libres británicos. Por otra parte, el descubrimiento de oro a mediados del siglo XIX trajo una oleada de inmigrantes, coincidiendo con el fin de la deportación de presidiarios.

Hasta el siglo XX Australia, en realidad, no existía como país: era un conglomerado de colonias o estados autónomos. Pero en 1901 los distintos estados acordaron en un referéndum constituirse en federación y escogieron una bandera común (que a día de hoy sigue siendo la bandera de Australia).

Australia entró en el siglo XX como una federación de estados con una Constitución autónoma y poco a poco se fue configurando como nación. Así, en 1927 inauguró oficialmente su Parlamento en Canberra, la capital que había empezado a construirse en 1913.

El antiguo Parlamento de Australia en Canberra (foto de Australia Tourism)

Por otra parte, los australianos participaron ya en la Primera Guerra Mundial con un ejército propio (aunque como aliados de los ingleses) y también en la Segunda, en que fueron atacados por los japoneses. Las bajas en estos conflictos internacionales contribuyeron a crear un sentimiento de nación, hasta el punto de que es casi imposible encontrar un pueblo australiano sin su monumento a los caídos, que fueron muchos para un país con una densidad de población muy baja (sobre todo, antes de las guerras mundiales).

La que fuera antigua colonia inglesa mantiene todavía hoy como cabeza de Estado a la soberana de Inglaterra (representada en el país por un gobernador general), después de que no cuajara el intento, en 1999, de convertir Australia en república.

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